24/11/14

Knock Out

Me encontraba en el suelo, jadeando, con el cuerpo perlado por sudor y sintiendo el corazón palpitar con frenesí en mi pecho. Trato de moverme, pero tengo todos los músculos entumecidos. Aun así, me giro y me pongo en pie, colocando los brazos para protegerme del siguiente golpe. La semana que viene es la final del campeonato de kick-boxing, y quiero ganar.

- ¿Te rindes? - dice mi profesor
- Jamás - respondo mientras trato de encajarle un golpe bajo las costillas

Él se ríe y me esquiva fácilmente. - Si quieres ganar, lo primero es alcanzar al rival - dice mientras clava sus ojos azules en mi. 

Me muevo por el ring, tratando de pensar hacia dónde dirigir mi próximo golpe. Si consiguiera golpearle por detrás de la rodilla, podría al menos desequilibrarle. Me dirijo hacia él y trato de darle una patada, pero el agarra mi pie y la que cae el suelo vuelvo a ser yo. El coloca su rodilla en mi pecho, impidiendo que me mueva. 

- Eres alta y delgada, así que tu punto fuerte es la agilidad. Trata de esquivarme. 

Asiento, y trato de concentrarme en el combate, pero hoy me es imposible, me distraigo con los músculos que marcan su camisa, su olor a sudor, y la sonrisa que me dirige cada vez que me arroja al suelo. 

Sacudo la cabeza para sacar la imagen de la cabeza, y trato de quitarle de encima de mí. Él, rápidamente sujeta mis muñecas con sus manos y se inclina para decirme:

- Sólo te dejare marchar cuando consigas derribarme.

En mi cabeza cruzó una idea, puede que no tenga la fuerza ni la agilidad necesaria, pero puedo desarmarle de otra manera, más divertida. Las miradas que me lanzaba durante el entrenamiento de todo el grupo, y que aceptase darme clases particulares, me inclinaban a pensar que le atraía; por lo que podía aprovecharme de esa “debilidad” y ya que yo también me sentía atraída por él, y ver hasta donde llegaba.

-  Está bien, dame otra oportunidad -  le digo mientras trato de empujarle a un lado con mi rodilla.
Aprovéchala bien -  me responde mientras me suelta

Me pongo en pie, y empiezo a quitarme tranquilamente los guantes.
Él arquea una ceja, y me pregunta - ¿Vas a ganarme sin ellos?

Asiento, y a continuación, me quito también la camiseta y la arrojo lejos mientras le miro fijamente a los ojos

 - De acuerdo, si estás más cómoda en sujetador, no seré yo quien te lo impida

Me acerco de nuevo al ring y me coloco en posición de defensa. Observo que ya no está tan pendiente de mis puños, y que su respiración está más agitada, por lo que trato de encajarle un golpe; pero aun estando distraído, me esquiva girando a un lado y me golpea en el costado.

- Sigues sin saber protegerte - me dice mientras se coloca detrás de mi y me coloca los brazos más abajo. Me distraigo al sentir su cálido aliento en mi nuca, y su cuerpo apretado contra el mío, deseando que me desabroche el sujetador y se arroje contra mí; por lo que me aprieto más contra él.

Él se separa de mi, pero tardando más tiempo del necesario, y al volver a colocarse en posición de pelea, noto como mira de reojo mis curvas, y traga saliva.

Me lanzo hacia él, tratando de golpearle, pero en mi cabeza solo imagino como quitarle la ropa y acariciar su cuerpo moldeado. Por lo que me desequilibro y al golpearme, caigo de nuevo al suelo, el se coloca sobre mí, con el pecho subiendo y bajando rápidamente, debido no sólo a esta pelea, sino a al que se está librando en su cabeza.

Sin saber muy bien lo que hago, elevo la cabeza y le beso en los labios. Él se aparta, me mira, y me devuelve el beso. Se acerca los guantes a al boca, los desata con los dientes y los arroja, dejando que sus manos recorran libremente mi cuerpo. Su cuerpo se acerca más al mio y noto cómo su erección choca contra mi viente. Mientras sigo besándole apasionadamente, le quito la camiseta y mis manos recorren su espalda, arañándola suavemente y desde ahí, le acaricio el vientre y bajo lentamente hasta posar mi mano en su abultada entrepierna,

Sus manos me recorren la espalda, desabrochando el sujetador, y me estremezco cuando sus labios recorren mis pechos desnudos, y con otra mano, la desliza por mis pantalones cortos, metiéndose entre la tela y juega con mi clítoris, lo que hace que esté cada vez más empapada.

Poco después quedo totalmente desnuda, con al espalda apoyada en el cuadrilátero, mientras él, después de recorrer mi cintura y mi ombligo con la lengua, se coloca entre mis piernas, y empieza a recorrer mi clítoris y mis labios, haciendo que me estremezca con cada contacto. Entre jadeos, le hago parar, y le empujo para tumbarle a él en des espaldas, volviendo a besarle intensamente, disfrutando del contacto mis labios con los suyos, mientras que suavemente, comienzo a masturbarle lentamente, hasta que ya no puedo resistir más, coloco mis caderas sobre él, e introduzco su pene en mi vagina.

Gimo suavemente, mientras nuestros cuerpos se coordinan. Sus manos se colocan en mi cintura, obligándome a acelerar el ritmo, me inclino hacia él para seguir besándole y mordiendo su cuello, disfrutando de cada vez que su miembro golpea el fondo de mi vagina, más y más rápido. Ansiosos, nuestras respiraciones se agitan, con el corazón estallando en el pecho, hasta que alcanzamos el orgasmo y nos quedamos paralizados, con los cuerpos perlados de sudor.

Con una sonrisa en los labios, le digo: ¿esto cuenta como que te he derrotado, o sólo ha sido el primer asalto?



2 comentarios:

  1. Hola! Gracias por este relato, descubrí hace poco este blog mientras buscaba una lectura para antes de dormir (ya me entiendes). La verdad es que me vino bien, no es 50 sombras de Grey pero me vale. No obstante, después de leer todos los relatos, me gustaría preguntar a la escritora que desde luego, no tiene por que contestar, pero, debido a la estructura de los relatos, se pasa mucho tiempo describiendo el clima de la situación,pero al metesaca en cuestión y al orgasmo solo le dedica un parrafito. La pregunta es: ¿te tocas mientras escribes, te corres a la altura de los preliminares y por eso luego al final le dedicas tan poco espacio? Es la conclusión que he sacado. Para el próximo, alargate mas con eso, que aveces no llego y cambiar de relato en pleno tema no es tarea sencilla, ya que las manos suelen estar ocupadas.
    Espero el próximo relato pronto.
    Un saludo:
    Sagitario

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    1. Saludos Sagitario, agradezco que hayas sido sincero y trataré de hacerlo mejor en el próximo relato

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